miércoles, 15 de junio de 2016

Bienvenidx a mi anarquía.

Puedes pasar sin zapatos
con los pies llenos de barro
arrastrándolos o saltando.
No te voy a juzgar
por tus rastas o tatuajes,
ni a ti, ni tus pintas;
voy a contemplar tus ojos
llenos de vida.

Pisa fuerte encima de sus prejuicios,
ésta vez,
dejaremos huellas en la transacción de justicia.
Romperemos el patriarcado
esparciendo los trozos
y soplando a sus cenizas.
La igualdad ganará al machismo,
la realidad se llamará feminismo.
La re-evolución será la poesía
que ondee la libertad
encima de las camas.
No habrá promesas
ni discursos,
el amor será amor. 

Avanza a mis brazos,
no tengas miedos
-ni los escondas-,
la nulidad de leyes distorsivas
te dejarán abrir las alas
la mente
y las piernas.

Estás a salvo.
Ésto no es una utopía.

Bienvenidx a mi vida.

lunes, 6 de junio de 2016

Ha vuelto el último naufragio.

He vuelto
-a ahogarme-.

Hundida en el hielo del ático,
en los primeros centímetros del colchón.
Congelada en el invierno del verano
perdida en el agujero del océano
-incrustado en la foto de mi habitación-
entre tu sombra y la última canción superviviente que sonaba en aquel bar.
Me pitan los oídos por la presión de tus palabras
no llega suficiente oxígeno a mis pulmones
me asfixio,
en los últimos diez versos
recitados sin plural.

Toco fondo
puedo sentirlo,
la rabia clavada en el esternón,
la clavícula destrozada por la poesía
y el suelo acolchado;
con todas las lágrimas que he dejado caer
por mis costillas
desde el último naufragio
en aquel barco de papel.

Soplo,
le soplo.
Se moja y se rompe.

Mi vida empapada
-de lágrimas-.

Ha vuelto.
A hundirse.